Y allí es donde comienza. Y donde termina.
- Serás nombrado, llamado. Mirarás para todos lados.
-Sí, sí, me llaman a mí, me dije. Al punto de convencerme.
Algo giraba a mí alrededor, no sabía muy bien que era. Intentaba verlo, me esforzaba, pero ninguna imagen resultaba. Solo cielo. Y después de varias vueltas, sentí/pareció/padecí/ mareo.
-Es que… solo había eso por mirar? Es que… acaso hay que mirar algo más? ¿Algo giraba a mí alrededor? O todo estaba, en su lugar y solo era yo el que me enroscaba?
Cuando al fin me cansé de girar en el mismo lugar, me detuve; despacito, mis ojos permanecieron segundos cerrados, que parecieron largo rato un descansar...Como si no hubiesen dormido/vivido por años.
Allí, detenido, me encontraba en mi mayo movimiento. Sentía el viento acariciar mi cuerpo. Me mire las manos, me sonreían, eran mías, si, si, tenia manos… y piernas que me llevarían hacia el lugar que quisiera y entonces, empecé a dar pequeños saltos, si, mis brazos se abrieron, como si alguien me sostendría, nada era brusco, mas bien, me encantó mi primer salto. Y después de ese, vinieron otros, tantos… algunos laaaaargos, muy largos, de esos que por momentos me hacían olvidar que era un salto y me caía, pensando que estaba simplemente detenido/suspendido... en estasis evolutivo, dirán.
Mi cara, oh mi cara, de un lado al otro me recorro…cuan inmenso, cuan parejo. Mi casa, mi árbol, todo estaba allí, el día que nací, el día que morí. Todo era en ese momento. Era mi viejo amuleto. ¡¡Qué lindo fue abrir mis ojos. Y encontrar aquel regalo!!
(................) Y de pronto el silencio. De pronto un trueno, un vuelco, un humo, un encierro. Mis ojos, mis manos, ¿dónde estaba todo eso que había descubierto? Es que acaso me lo he olvidado? Es que acaso juzgué que no era necesario?
-Volver a buscarlo? …Buscarlos para poder volver?
-Volver, retornar, regresar? ¿Todo es lo mismo? ¿todo significaba hacer lo mismo? …A ser lo mismo? .pregunto/preguntas, preguntás. Más, más, más silencio, embustero. Y sin mis manos, y sin mis pies… mis palabras, no paran de vomitarse sobre el aire ya agarrotado, embichado. Ese aire que no quería respirar, las semánticas que hurgan mi cabeza, y mi vuelta desespera. y mi lengua se seca. mis dientes duelen, mi hambre llora, mi vientre siente.
Y allí, allí…. Un sendero. Debía tomarlo. Atravesarlo. Animarme a soltar, y a saltar. Habiendo olvidado como lo hacia. con la seguridad que sabía hacerlo.
Respire. En un instante quise re-regresar/girar… pero, en el siguiente, en el mismo, instante, estaba en paz. Y me eché (hice) andar/sendero/sereno.
Y allí es donde termina. y donde comienza.
