Me reimberborotea el coito,
el áspero sonido astringente de su frecuencia animal.
el áspero sonido astringente de su frecuencia animal.
El alma un trazo,
penetrando armonioso
sus dedos y lo escueto.
Se desliza,
apretando sus dientes.
apretando sus dientes.
desde el omnipotente presente,
Somnolienta el apéndice de la oreja,
lambe lúgrebe de saliva dulce.
Y mueren despacio…
Y nacen lento.
Desvisten la ocasión,
Sus cuerpos se desarman.
Y las narices se chocan.
Se exhortan
el húmedo sabor del viento,
que exhalan de su vientre a la intemperie.
Y mueren despacio…
Y nacen lento.
Se sacuden el plexo,
Susurrando de sed y entonando ser…
Latigan la tierra, explorando zonas que exceden su piel.
Vibrando en Re…
Se agitan el desvelo
Muriendo despacio y naciendo lento
Acarician el enredo de sus huesos y pensamientos,
Tiemblan el beso que dan mientras muerden,
muerden en silencio, pensando en el tiempo
tiempo al que no pertenecen.
Y mueren despacio…
Y nacen lento.