Yo, tan flor, me abro en un sinfín de palabras esta noche.
Noche roja, galáctica, de razas maniáticas que emparejan mi yo en flor.
Que desatan en cataratas mi realeza de guerrera. Que me toman y me llevan a sentirlo todo, aun, no sabiendo nada.
Me encuentro temblando y resonando más allá del límite de mi piel.
Tiemblo de locura, y de embarazo… tiemblo de resorte y de espantos.
Yo, tan flor, he abierto esta noche mis brazos hacia el infinito.
He caminado en el pasado, para no volver en el presente.
Yo, tan flor, siquiera soplo mi locura de barniz y de rebaño.
Siquiera miento que existo, para convertirme en bruja entre la montaña.
Yo, tan flor, hoy me abro a un sinfín de palabras, de infinitas palabras.
Yo tan pez y tan asno…. me declaro incompetente en el olvido.
Tan pueril en el mercado, tan oscura en el barro.
Me convierto esta noche en todo lo prohibido, en todo lo que he querido ser.
Yo, tan siquiera flor… empiezo a caminar.
Retorno a todo lo que fui, para brillar.
Siempre yo.
Aquí, tu… ¿dónde has de estar?