"La Ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia"(...) "La enorme multiplicación de libros, de todas las ramas del conocimiento, es uno de los mayores males de nuestra época." (...)"La felicidad no está en la ciencia, sino en la adquisición de la ciencia." (E. Allan Poe)

miércoles, marzo 9

Expulsada de la tierra.

Expulsada de la tierra.
Me siento extraña.
¿Por qué a veces es tan difícil? ¿O es que uno lo hace así?
Mis pulmones se estrechan, mi cabeza se queja.
Mis manos muertas dibujan lo histriónico de lo absurdo.
Reinvertebrado perspicaz, colibrí, rapaz, escapás.
Una nueva función. ¿Hasta cuando?
Quisiera poder animarme a abandonarlo y fundirme con el aire.
Que mis huesos ya no crujan, ni mis músculos se contraigan.
Que los latidos mermen… y el corazón no llore.
Desvanecer.
Suburbio amargo de antiguos callejones.
La muerte saquea las palabras y mi alma. Y anuncia el desperfecto. Un desequilibrio, sin amigos, sin próximos ni inmediatos.
Sin ventanas.
De vuelta al túnel. “Un túnel solitario y frágil”… colgado del abismo.
Y me pierdo… suplico, me despojo
Alimentando el ego.
Ojos en desperfecto.
Donde todo acaba cuando comienza el sueño, decido no dormir.
El eterno retorno a la sombra.
A lo incrédulo.
Al yo mas menos.  

Me siento única y sin disfraz.
Me siento plena a punto de estallar.
Y mi mente se despeja, y aparece una sonrisa siniestra.
Me río, si, no paro de reírme, me río de vos y de mí…. Me río de todos! Todos.
¿Hay alguien más aquí? Ahhhhhhh que lindo es sentirlo…. La música suena serena, a lo lejos… como el viento.
Se mece y aquieta.
Mañana húmeda de resplandor prismático tras el recuadro.
Nada placentero.
Mi cejo vuelve a fruncirse, siento todo esto. Y lo expreso.
Desparejo.
Me prendo fuego por dentro cada vez que lo recuerdo, cada vez que percato que es un invento.
Y miro otra vez otra hacia abajo, como hice hace un rato, como hago cada tanto…  Mi uñas pintadas desde hace un par de días, me indican que han pasado cuatro.
Miro mis manos.
Por momentos furiosas, por momentos caprichosas.
¿Quién puede huir de sus manos?
Yo las miro.